En un mundo donde los automóviles modernos están cargados de tecnologías avanzadas, muchos conductores en Estados Unidos están cuestionando la utilidad real de estas innovaciones. Según un reciente estudio de JD Power, que involucró a más de 81.000 propietarios de vehículos modelos 2024, gran parte de las funciones tecnológicas incorporadas en los automóviles no cumplen con las expectativas de los usuarios.
Entre las tecnologías más criticadas se encuentran el reconocimiento facial, los controles gestuales y las pantallas para pasajeros. Estos sistemas han generado más frustración que satisfacción entre los conductores, con un notable 21% de los propietarios reportando que los controles gestuales, en particular, son problemáticos y carecen de funcionalidad real.
A pesar de la creciente adopción de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) y funciones de conducción autónoma, los usuarios siguen siendo escépticos respecto a su valor. La mayoría de los conductores prefieren las tareas de conducción tradicionales y no consideran que estas funciones tecnológicas resuelvan problemas importantes en su experiencia diaria al volante.
En cuanto a la satisfacción general con la tecnología en sus vehículos, la marca Genesis lidera con una puntuación de 584 sobre 1.000, seguida de Lexus, BMW, Hyundai y Kia. Sin embargo, marcas como Mazda, Nissan y Ford obtuvieron las calificaciones más bajas. Curiosamente, aunque los fabricantes de vehículos eléctricos como Tesla, Rivian y Polestar mostraron puntajes más altos, fueron excluidos del análisis general debido a la inclinación de sus compradores hacia la adopción de nuevas tecnologías.
Este estudio pone de relieve una desconexión entre la innovación tecnológica en la industria automotriz y las expectativas reales de los consumidores, sugiriendo que más no siempre es mejor cuando se trata de la tecnología en vehículos.
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