Aunque el precio del petróleo ha bajado desde los picos registrados en 2022, su precio sigue elevado en relación con los valores históricos, por lo que se mantiene como uno de los principales dolores de cabeza en materia de costos entre las empresas de transporte. De hecho, muchos expertos estiman que 2024 cerrará con un alza del precio del petróleo.
En ese contexto, las empresas del sector están realizando sus mayores esfuerzos por contar con tecnología que reduzca el consumo de este combustible, además de bajar la huella de carbono, cada vez más importante dentro de las exigencias de los mercados desarrollados.
Algunas medidas han sido el uso intensivo de la información proporcionada por los GPS, sensores IoT y plataformas de gestión de flotas. Estas tecnologías permiten planificar rutas eficientes, evitando congestión de tráficos y tiempos muertos, lo cual se traduce en importantes ahorros de combustible, especialmente en trayectos largos, en algunos casos hasta un 20%.
Además, el monitoreo en tiempo real que se logra al integrar tecnologías de gestión de flotas y sensores IoT permite recopilar datos en tiempo real sobre diversos aspectos, como el comportamiento del conductor, el estado del motor y las condiciones ambientales. El análisis de esta información facilita la implementación de pautas de mantenimiento vehicular, lo que busca reducir el desgaste de los vehículos y sus costos de mantención.
“Es impensable tener una operación eficiente sin maximizar el uso de las tecnologías, especialmente cuando costos como el combustible o la mano de obra están altos y no se ve un cambio en la tendencia”, dice Mario Yánez, gerente general de GPS Chile, empresa que lleva más de 20 años integrando soluciones tecnológicas innovadoras en empresas de todos los tamaños e industrias, ayudándolas en la optimización de sus operaciones.
Otra tendencia en aumento en el sector es la incorporación de los vehículos eléctricos, que, si bien están hoy más presentes al interior de las operaciones de las empresas (como podría ser en faenas mineras o en cortas distancias), se están abriendo más espacio, en la medida que aparecen más estaciones para recarga y los tiempos de éstas se van reduciendo. Esta medida no solo conlleva un ahorro significativo en combustible, sino que también contribuye a la sostenibilidad.
El sector del transporte terrestre de carga está en un proceso de transformación continua, impulsado por los altos costos del petróleo y el cuidado del medio ambiente. La tecnología, particularmente a través del uso de GPS, sensores IoT y plataformas de monitoreo, junto con la adopción de vehículos eléctricos, se presenta como herramienta clave para aumentar la eficiencia y reducir costos, manteniendo al mismo tiempo un compromiso con la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono.
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